Extraordinario ejemplo de arquitectura plateresca del siglo XVI ubicado en Salamanca. El convento, fundado en 1419 y reconstruido en el siglo XVI, destaca por su excepcional claustro plateresco, considerado una de las joyas del Renacimiento español.
La decoración escultórica incluye más de 200 medallones con representaciones fantásticas, mitológicas y cotidianas.
El conjunto incluye la iglesia conventual, diversas dependencias monásticas y dos claustros.
La riqueza decorativa del claustro principal contrasta con la sobriedad de otras zonas del convento, creando un conjunto de gran valor artístico e histórico.