Busto íbero del siglo IV a.C., considerado una de las obras maestras del arte ibérico.
Descubierta en 1897 en L'Alcúdia (Elche), representa a una mujer ricamente ataviada con elaborados tocados y joyas.
La pieza, tallada en piedra caliza, muestra un extraordinario nivel de detalle en la representación de los elementos decorativos, incluyendo rodetes laterales, collares y pectorales.
Su rostro, de rasgos idealizados, transmite una serenidad hierática característica del arte ibérico. La escultura combina influencias del arte mediterráneo con elementos propios de la cultura ibérica.